El presunto atentado en contra del fiscal general de la Nación, que estaría planeando el ELN desde Venezuela, se convirtió en un nuevo capítulo de tensiones entre el Gobierno Nacional y la rama judicial. La Fiscalía reveló la información luego de que inteligencia del Ejército Nacional alertara sobre el supuesto plan del que harían parte varios miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), entre estos alias Rolo, uno de los cabecillas del frente urbano nacional.

El ministro de Defensa, Iván Velásquez, rechazó el presunto ataque y se reunió con el fiscal, los altos mandos de las Fuerzas Militares y el director de la Policía Nacional para evaluar la información recibida, verificar las fuentes e identificar si eran veraces o se trataba de una estrategia de “enemigos de la paz” para sabotear los diálogos con esta estructura. Dicho gesto fue entendido como un trabajo conjunto entre el Gobierno y la Fiscalía, sin embargo, pocas horas después el alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, criticó la forma en que se manejó el tema ante la opinión pública, y aseguró que debió haberse reportado primero al presidente Petro.

“Aquí hay una situación que debe llevar a que el conjunto de las instituciones, y en este caso la Fiscalía General de la Nación y al propio fiscal general, a ser un poco más mesurado en la forma como hace las afirmaciones inicialmente a través de un comunicado de prensa”, dijo. 

Frente a esto, el fiscal Francisco Barbosa se pronunció en La FM de RCN Radio y rechazó las afirmaciones del comisionado al considerar que su postura da a entender que le cree más al ELN (que negó estar planeando un atentado contra el fiscal) que a las instituciones del país. “El alto comisionado para la Paz, al decir lo que dijo, duda del Ejército Nacional, que fue el que se acercó a la Fiscalía a decirnos que existía una hipótesis sobre un atentado en mi contra. Ellos tienen varias etapas en los ciclos de inteligencia, y la última es la difusión e indica que hay una alta probabilidad de que se presente el hecho”.