La industria venezolana de gaseosas podría desaparecer por el contrabando

Según Carlos Palumbo, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes, cada mes alrededor de 2,1 millones de cajas de refrescos de Postobón están ingresando ilegalmente a Venezuela desde Colombia. Esto equivale a un cuarto del consumo promedio, que es de 8,4 millones de cajas mensuales, en el mercado local de Venezuela de 30 millones de habitantes.

Polumbo aseguró que, “a esta velocidad, estamos proyectando que, en los próximos meses, el contrabando se convertirá en el actor más relevante del mercado, desplazando a la industria nacional formal”. Además, dijo que podría poner en riesgo más de seis mil empleos directos y más de 32.000 indirectos en Venezuela. El director también dijo que, “el contrabando de productos fabricados por Postobón en Colombia equivale a un actor más de la industria nacional. Ha venido creciendo a un ritmo muy importante”.

Los estados más afectados son Táchira y Zulia, en este último, que también es el más poblado del país, cuatro de cada diez gaseosas son contrabandeadas. Polumbo añadió que, “con esta realidad, ya no tiene sentido para las empresas mantenerse produciendo en este estado”, añadió el director.

Actualmente se estima que el sector industrial de Venezuela está funcionando a un 20% de su capacidad tras el deterioro sufrido por años de crisis económica y ha afectado otras industrias. Por ejemplo, el 2018 la multinacional Kellogg’s cerró sus operaciones, pero el gobierno tomó el control y, en menor medida, ha seguido comercializando alimentos de la marca sin autorización.