En Colombia
Nueva modalidad de estafa: clonan su voz para pedirle plata a sus familiares
Una pareja de adultos mayores fue víctima de una millonaria estafa después de que recibieron una llamada de alguien que se presentó como su nieto. Se creyeron el engañó porque la voz sonaba exactamente igual a la del joven.
Ruth Card, de 73 años, y Greg Grace, de 75, alcanzaron a retirar 3.000 dólares canadienses (más de 10,4 millones de pesos colombianos) para transferirlos a la persona que se identificó como Brandon, su nieto. Para fortuna de ellos, el gerente de la sucursal del banco al que fueron a hacer un segundo retiro les advirtió que se podría tratar de una estafa y no perdieron dinero.
Aunque este caso ocurrió en la ciudad canadiense de Regina, en la provincia de Saskatchewan, podría presentarse en otras partes del mundo debido a que cada vez hay más programas disponibles para «clonar» voces, con planes que incluso son gratuitos o que oscilan entre los 5 y los 330 dólares mensuales, según recoge ‘The Washington Post’. Y son muy accesibles para cualquier persona, tanto económica como técnicamente.
«Hace dos años, incluso hace un año, usted necesitaba mucho audio para clonar la voz de alguien. Ahora, si usted tiene una página de Facebook o si tiene TikTok y ha grabado su voz por 30 segundos, las personas pueden clonar su voz», explicó Hany Farid, docente de análisis forense digital, a ‘The Washington Post’.
De acuerdo con Farid, lo que hacen estos programas, con ayuda de la inteligencia artificial (IA), es copiar todos los rasgos que hacen única la voz de una persona: el acento, la entonación, el timbre… e incluso puede «predecir patrones».
Las víctimas de estas estafas suelen ser personas mayores, como les sucedió a los padres de Benjamin Perkin de 39 años, quien fue suplantado por teléfono para llamar a sus padres y pedirles 21.000 dólares canadienses (cerca de 73 millones de pesos colombianos) que supuestamente él necesitaba para atender un pleito judicial. Aunque a los dos adultos mayores les extrañó la petición, accedieron. Por la noche, el verdadero Ben los llamó y ahí supieron que los habían estafado.
«El dinero se ha ido. No hay seguro. No hay forma de recuperarlo. Se fue», dijo Perkin a ‘The Washington Post’, que sugiere que los impostores pudieron haber tomado la voz de unos videos que él publicaba en YouTube.
El problema es que para las autoridades es muy difícil investigar este tipo de estafas, pues no tienen los recursos para dedicar una unidad especializada para eso, y las víctimas no cuentan con la información suficiente para denunciar a los impostores, explicó Eva Velásquez, directora ejecutiva del Identity Theft Resource Center, al diario estadounidense.