En Colombia
Crudo relato del asesinato de una niña en Armenia: «Mientras la ahorcaba, me mandaba besos»
Un indignante crimen sacudió a Colombia en los últimos días, luego de que el padrastro de una pequeña de tan solo cuatro años de edad, fuera el actor intelectual del asesinato de la niña, donde también procedió a propinarle más de 20 puñaladas a la madre de la menor.
Este caso se presentó en horas de la madrugada del pasado martes 7 de febrero en una vivienda ubicada en el barrio Montevideo, en la ciudad de Armenia (Quindío), cuando Jair Sebastián Serna, atacó con un cuchillo a su pareja identificada como Andrea Estefanía Arias, y a su pequeña hija Salomé Puentes.
Cuando se generó la discusión, el hombre atacó con 20 puñaladas a su pareja, y arremetió contra la niña, a la cual procedió a degollar, y quien falleció ahogada por su propia sangre. Después del ataque, este sujeto huyó, pero horas después fue capturado por las autoridades, quien lo atrapó en flagrancia mientras distribuía estupefacientes. Pero cuando fue presentado en la audiencia por la muerte de la pequeña, este hombre se declaró inocente de los hechos.
Precisamente en la audiencia por imputación de cargos, la fiscal que lleva el proceso de este caso, hizo lectura del impactante relato en el cual se precisa las horas de terror que vivió la mujer y Salomé, por cuenta de este joven, que, al parecer, cometió este brutal asesinato, estando bajo los efectos de alucinógenos.
Así se conocieron escabrosos detalles que sucedieron esa noche. Andrea, desde el hospital, comentó que esa noche, él llegó a la casa, y tenía aspecto como si hubiese consumido algún tipo de droga, por lo que ella calló, le sirvió la cena y a eso de las 10:00 p.m. procedieron a ir a la cama para dormir.
“Jair se levanta sobre la una de la mañana y fue al baño, se demoró mucho, pero regresó alterado. Luego, a la media hora volvió al baño, creo que, a consumir cocaína, porque frecuentemente lo hacía, y regresó a la cama”, fue el relato de Andrea a la Fiscalía.
Después, el hombre le da un beso en la cabeza y se abalanza sobre ella a propinarle varios golpes. La mujer narra, que debido a los golpes que tuvo en su cabeza, no pudo percatarse en qué momento le propinó las puñaladas. Ya en el forcejeo, la niña se despertó y comenzó a llorar y a gritar pidiendo a su mamá, lo que provocó que Jair atacara a la menor con el cuchillo.
“Él agarró a la niña del cuello, la trataba de ahorcar y mientras estaba haciendo esto, me miraba y me mandaba besos y me decía que me amaba”, dijo la víctima, que no pudo socorrer a la pequeña Salomé debido a las graves heridas que había recibido.
“Lo único en lo que pensaba era que la niña se callara para que no la atacara más y mientras eso, yo me estaba haciendo la muerta”, relató la mujer, quien rememoró cuando la niña dejó de llorar, mientras que el asesino ingresó al baño, se dio una ducha y emprendió la huida.