En el mundo
Drones kamikazes: una nueva estrategia de guerra
Ucrania comenzó la semana recibiendo una nueva estrategia de guerra “drones kamikazes”. Con cuatro personas muertas, localidades sin luz y explosiones que se siguen dando en Kiev, lo más seguro que está haciendo Rusia, es respondiendo a unas valoraciones que hizo la Unión Europea a mitad de semana, cuando calificaba de obsoleto y atemporal, el armamento que tiene ese país.
Recordemos que Josep Borrell, como alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores del conglomerado político continental, en diversas ocasiones ha manifestado que Rusia tiene armamento que “heredó” de la Unión Soviética, y que no ha modernizado su arsenal.
Este nuevo instrumento de guerra viene como consecuencia, del ataque al puente de Crimea, con el fin de frenar el avance de tropas rusas a ciudades como Kiev y Lviv; sin olvidar que el objetivo este final de mes, es reforzar la invasión a Bajmut.
Es por ello que el canciller Dmytro Kuleba, le pidió a la Unión Europea, imponerle a Irán sanciones, por haberle suministrado no sólo esos drones a Rusia, sino también un sistema complejo de defensa aérea.
Del ataque con los 43 drones kamikaze Shaded 136, pasamos a otro que se dio hace pocos minutos, pero este se confirmó que fue un ataque con misil en la región de Sumy, en el norte del país, que dejó cuatro personas muertas.
Temporalmente la compañía nuclear ucraniana, Energoatom, confirmó que la línea central de Zaporiyia se desconectó por los bombardeos a las subestaciones que por ahora controla Ucrania; este efecto bélico también es la contraofensiva por la aprobación, hace pocas horas, de 500 millones de euros para formación militar y armamento que llegarán a Ucrania.
Lo anterior fue aprobado por la Unión Europea, y esos 500 millones integran los 3.100 millones de euros comprometidos por el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz para Ucrania.
Y finalizamos esta información de Ucrania, con el diálogo entre el enviado de la ONU para el conflicto, Martin Griffith, con los Ministerios de Defensa y Exteriores de Rusia, los cuales respaldaron la implementación del Acuerdo de Estambul, que protege la exportación de grano ucraniano, productos agrícolas y fertilizantes rusos, por el Mar Negro, sin ninguna intervención militar.