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Médicos se sentaron en el vientre de una madre para forzar parto natural y el bebé murió

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Una verdadera tragedia viven en este momento los padres primerizos de un bebé que murió luego de que le negaran una cesárea a su madre de 23 años. El pasado 16 de septiembre Micaela Vilchez ingresó a una maternidad de Pilar, en Argentina para ver nacer a su hijo, a quien llamaría Joquín.

Al entrar al hospital, la joven fue revisada por tres doctoras, quienes al hacerle el respectivo tacto se dieron cuenta que el bebé era muy grande para la capacidad del cuerpo de la madre para dar a luz de forma natural, por lo que recomendaron practicarle una cesárea. Consultaron con otro médico y este aseguró que no era necesario.

Luego de más de cinco horas en trabajo de parto sin éxito, la joven ya no tenía fuerzas para seguir intentándolo. Aunque suplicó que le hicieran la cirugía, el médico que estaba atendiendo su caso se negó y continuó con el parto natural. La joven lo siguió intentando hasta que finalmente dos doctores se le subieron en el vientre y presionaron hasta que finalmente nació Joaquín.

Cuando nació el bebé, las enfermeras se lo pusieron sobre el pecho, pero Micaela se dio cuenta que su llanto no era como el de un niño normal, era pausado, y preguntó por qué. En ese momento los médicos le dijeron que eso era normal, pero no insistió porque había perdido tanta sangre que no podía casi ni hablar.

En vista del delicado estado de salud en el que quedó Micaela, no supo más de su bebé, solo que estaba bien, pero al día siguiente le informaron que Joaquín estaba inestable, que el oxígeno no le llegaba bien a su cerebro y que los pulmones no estaban funcionando de manera correcta.

Una hora más tarde le notificaron que Joquín había sufrido un paro cardiorrespiratorio que no resistió y murió. Un médico del hospital indicó que si todo el embarazo estuvo sano, la única razón lógica es que la salud del bebé se hubiese complicado por tantas horas en trabajo de parto y la fuerza excesiva que hizo la madre para poder dar a luz.


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