En Colombia
Ayuno forzado y maltrato, las «terapias de conversión» para personas LGTBI en Colombia
Las “terapias de conversión” son una realidad en Colombia a pesar de haber sido invisibilizadas e ignoradas, como un intento de “curar” a las personas del colectivo LGTBI a través de ritos, o incluso exorcismos.
Estas prácticas caen en un vacío legal que permite su perpetuidad pero que ahora buscan ilegalizar al considerarlas “tortura” en un intento por saldar la histórica deuda con la comunidad LGTB.
Violaciones correctivas, exorcismos, “retiros espirituales”, ritos y otras prácticas similares son algunos de los Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad de Género o de Expresión de Género (Ecosieg), la forma adecuada de referirse a las popularmente conocidas como “terapias de conversión”.
En estos “retiros” o “talleres”, explican las víctimas, los obligaban a rezar bajo la premisa de que con fe se podrían “curar” o los dejaban sin comida o sin dormir si no admitían que ser homosexual estaba mal, entre otras vejaciones y violaciones.
Estas terapias “tienen muchísimas repercusiones físicas y psicológicas para las personas (…) muchas de las víctimas hablan de episodios de depresión, cuadros de ansiedad, incluso llegar a tener tendencias suicidas”, expone Andrés Forero, de la organización All Out, que ha liderado los esfuerzos de prohibición.
Uno de los pocos estudios hechos sobre la materia en Colombia arroja cifras preocupantes: una de cada cinco personas de la comunidad LGTB han sufrido algún intento de “conversión”.