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En medio de una controversia se casa la princesa de Japón con un plebeyo
La princesa Mako de Japón se casó con Kei Komuro, su novio desde la universidad, renunciando así a su estatus real. Según la ley japonesa, los miembros femeninos de la familia imperial pierden su posición si se casan con un «plebeyo», aunque esa regla no aplica a los miembros masculinos.
Mako renunció a los tradicionales ritos de una boda real y rechazó el pago que se le ofrece a las mujeres de la realeza cuando se retiran de la familia. Ella se convierte en la primera miembro femenina de la familia real en rehusar ambas costumbres.
La pareja se irá a vivir a Estados Unidos, donde Komuro trabaja como abogado.
La princesa Mako abandonó su residencia en Tokio para casarte, haciendo la venia varias veces a sus padres, al príncipe heredero Fumihito y a la princesa heredera Kiko. También abrazó a su hermana menor antes de partir.