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Judicial

Fue hallada sin vida joven en un apartamento de Cartagena

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Las autoridades encontraron el cuerpo de la joven el 14 de agosto en el edificio Calamarí, zona de El Laguito del sector turístico de Bocagrande. La información inicial apuntaba a que se habría suicidado.

Sin embargo, las declaraciones que ha entregado su padre a diferentes medios y los reportes de Medicina Legal apuntan a un crimen.

Laura Melissa estaba en Cartagena visitando a su hermano, que se dedica a hacer “negocios internacionales y ejerce de manera privada en Cartagena“, dijo su papá.

La joven viajó desde julio a pasar unos días con su familiar y compartió su ambiente laboral, donde aparentemente conoció al estadounidense, según el relato del padre “Este hombre se ganó la confianza de los dos porque tiene conocimientos en negociaciones con bolsas internacionales como Nueva York y Londres a través de internet, con la moneda bitcoin. Esta fue la carnada con la cual le endulzó el oído a mi hija a quien le interesó conocer sobre este mundo de los negocios por internet”.

Por sus estudios, Laura Melissa hablaba perfecto inglés y eso le facilitó la comunicación con este hombre, al que la familia señala de homicida.

El interés en las criptomonedas hizo vulnerable a la joven, que accedió a ir al apartamento del hombre, pues este le dijo que allí tenía la infraestructura informática y podía enseñarle cómo funcionaba el negocio. Una vez se ganó su confianza la asesinó, asegura Caballero:

“Él la drogó y al dejó inmovilizada para defenderse. En la necropsia se encontró que ella no tenía ni rasguños, ni moretones. No mostraba que ella intentó defenderse, no había tejido de piel debajo de las uñas, que mostrara que ella lucho. A ella la tomó en total estado de indefensión y drogada. Estando en esa condición le produjo asfixia mecánica con una toalla”.

El reporte de Medicina Legal indica que, efectivamente, la causa de la muerte de Laura Melissa fue por asfixia y además se encontraron rastros de clonazepam, escopolamina (burundanga) y anfetaminas.


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